Un día de primavera, incierta, que comenzó con cielo cubierto, y que, con el correr de las horas el viento del sur, una vez más, se encargó de desflecar, fue aquel día en el cual, el capitán dejo su guardia, satisfecho por el rumbo logrado en aquella, su larga e intensa singladura…
Aquel día, le canto al oído a “la dotora”, esa canción de cuna que ella le solía cantar, que hablaba de nenes lindos y nenes feos, que querían pasear…
La viejita, entonces, dejo su visión lejana, profunda…y lentamente movió la cabeza mientras sus ojos claros se fueron abriendo, grandes con una expresión de ternura infinita que se completaba con una sonrisa calma…sus ojos buscaron los suyos, decididamente…aquel día, su madre, le miro directamente al alma para brindarle una vez más, consuelo y paz, infinita paz…
La Plata, 13 de octubre de 2011
Afuera sopla el viento…y recuerdo…cuantas veces, viejo, sentimos juntos aquella sensación,
Cuantas veces sentí, junto a vos, este rugido…
Me enseñaste, entonces, a no tenerle miedo, simplemente respeto (decías)
Cuantas veces, viejo, tiempo después, en otras noches de tormenta, cómo esta de hoy (como aquellas de siempre) pensé en todo aquello, aferrado a la caña de un velero, mirando otras estrellas, tratando de fijarlas entre los obenques, como vos me enseñaste,
Pero solo uno quince o veinte minutos (decías)
Afuera sopla el viento y recuerdo…
Gracias papi por enseñarme a navegar…gracias mami por aguantarnos!!!
Palma de Mallorca, Diciembre de 1991
No hay comentarios:
Publicar un comentario